Panna cotta de caramelo

Panna cotta de caramelo salado

Josh Eggleton consigue un maravilloso contraste nocturno y diurno entre el pan de jengibre húmedo y empalagoso y la cremosa y rica panna cotta de caramelo en este indulgente postre. Servidos juntos son un postre llamativo, pero para una presentación más especial, un tuile o barquillo crujiente y con nueces sería un delicioso complemento.

Deje que se enfríen los ingredientes derretidos y calientes y, a continuación, bata lentamente el huevo y la leche. Añade los ingredientes secos tamizados al cazo, mézclalos bien y vierte el contenido del cazo en un molde forrado con papel de horno.

Hornear el pan de jengibre durante aproximadamente una hora, hasta que al insertar un pincho en el centro éste salga limpio. Una vez horneado y enfriado, pero todavía un poco caliente, envuélvelo en un film transparente y déjalo reposar durante dos días; es aconsejable porque ayuda a desarrollar los sabores, aunque no es esencial.

Llevar a ebullición y, a continuación, cocer a fuego lento hasta que se reduzca en un tercio. Mientras tanto, remojar las hojas de gelatina en agua fría durante al menos cuatro minutos. Escurrir las hojas de gelatina remojadas y añadirlas al líquido que se está cociendo a fuego lento, removiendo para que se disuelvan.

Panna cotta de vainilla con salsa de caramelo

Estas preciosas copas de panna cotta de caramelo salado son una receta de postre fácil de preparar con antelación. La crema cuajada se aromatiza con azúcar y vainilla antes de verterla sobre la salsa de caramelo salado fría. Este sencillo truco para crear las 3 capas facilita el emplatado de este postre italiano; utilice un pequeño tarro de cristal, una taza o una olla y la presentación es tan sencilla como un plato blanco liso y una bonita cuchara.

El desmoldado, ¡es donde muchos concursantes de masterchef se han desbaratado! O bien el montaje no es el adecuado para que la panna cotta no se tambalee, o bien es demasiado blando y la panna cotta se derrumba sobre el plato en un charco.

Sin embargo, esta versión de caramelo salado se sirve en una olla, lo que elimina todo el estrés de su elaboración. No tiene que preocuparse por la firmeza del conjunto, lo que significa que puede relajarse y disfrutar de su plato principal sin que le entre la ansiedad del postre.

La deliciosa panna cotta de vainilla se vierte sobre salsa de caramelo salado. Yo utilizo mi propia versión casera (receta aquí) pero el caramelo comprado en la tienda está bien. Sólo hay que probar un poco y añadir más sal si es necesario.

Panna cotta de caramelo salado con praliné

Josh Eggleton consigue un maravilloso contraste nocturno y diurno entre el pan de jengibre húmedo y empalagoso y la cremosa y rica panna cotta de caramelo en este indulgente postre. Servidos juntos son un postre llamativo, pero para una presentación más especial, un tuile o barquillo crujiente y con nueces sería un delicioso complemento.

Deje que se enfríen los ingredientes derretidos y calientes y, a continuación, bata lentamente el huevo y la leche. Añada los ingredientes secos tamizados a la cacerola, mezcle bien y vierta el contenido de la cacerola en un molde forrado con papel de hornear.

Hornear el pan de jengibre durante aproximadamente una hora, hasta que al insertar un pincho en el centro éste salga limpio. Una vez horneado y enfriado, pero todavía un poco caliente, envuélvelo en un film transparente y déjalo reposar durante dos días; es aconsejable porque ayuda a desarrollar los sabores, aunque no es esencial.

Llevar a ebullición y, a continuación, cocer a fuego lento hasta que se reduzca en un tercio. Mientras tanto, remojar las hojas de gelatina en agua fría durante al menos cuatro minutos. Escurrir las hojas de gelatina remojadas y añadirlas al líquido que se está cociendo a fuego lento, removiendo para que se disuelvan.

Panna cotta de caramelo salado

La panna cotta de caramelo salado con praliné es muy fácil de hacer. No hay que cocinar nada más que calentar la leche y la nata a fuego lento. Es un postre muy sencillo, con una textura suave y blanda y un sabor a caramelo exuberante y cremoso. Si lo cubrimos con un poco de praliné triturado, tenemos un postre ganador.

Para hacer el praliné, basta con derretir el azúcar hasta que adquiera un color entre dorado y marrón intenso (dependiendo de cómo le guste el caramelo) y luego verter el caramelo sobre las nueces para cubrirlas y dejarlas enfriar. Puedes triturar el praliné en un procesador de alimentos o meterlo en una bolsa ziplock y golpearlo suavemente con un rodillo u otro objeto pesado hasta conseguir el tamaño deseado.

Esta ranita verde lleva semanas volviendo loco a Cooper. Al principio, la rana se instaló en un canalón del tejado y cada noche bajaba a la veranda para comer, Cooper descubrió el ritual de la rana y se la puede encontrar esperando cada noche.

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