Ruta por el pirineo aragones
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Ibérica overland
Con más de 200 picos de más de 3.000 metros, sin olvidar el Parque Nacional de Ordesa, los famosos valles de Tena y Benasque y algunas de las mejores estaciones de esquí del país, podría pensar que no queda nada por explorar en el Pirineo aragonés. Pero se equivocaría. Más allá de estos conocidos lugares turísticos, existen innumerables valles en los que todavía se puede degustar la vida y la arquitectura tradicional pirenaica. He aquí algunos de ellos.
El valle del Isábena está escondido entre las laderas bajas de los Pirineos que se asoman a las grandes cumbres del valle de Benasque. Con su río que desemboca en el Esera, el valle era atravesado hace siglos por una vía romana secundaria. Ahora, lo atraviesa la carretera que une Graus con Castarné, pasando por los pueblos de nombres extraños de Merli, Esdolomada, Riguala y Rin. Todos son de la época judía, romana y visigoda, cuando el valle era próspero y estaba en el centro del antiguo condado de Ribagorza. Pero la verdadera atracción de esta ruta es Roda de Isábena. Cuando deje el coche en el aparcamiento del borde de la colina y camine por las tranquilas y meticulosamente restauradas calles empedradas, entenderá por qué esta olvidada aldea fue elegida por los condes de Ribagorza para una de las primeras y más elegantes catedrales pirenaicas, que se convirtió en el corazón de la cultura y el conocimiento que ayudó en la reconquista del territorio más al sur.
Valle de pineta / camping pineta / pirineo
El Prepirineo encandila a todo aquel que lo visita y en esta ruta descubriremos algunos de los secretos del Prepirineo Aragonés. Esta franja montañosa no es sólo la antesala de las emblemáticas cumbres del Pirineo, sino una zona de gran valor paisajístico y cultural en sí misma que nada tiene que envidiar a los Pirineos, pues la belleza de sus paisajes combina un gran patrimonio histórico, cultural y artístico.
Aquí, la historia ha dejado su huella en ciudades medievales, iglesias románicas, murallas, torres… y la naturaleza ha hecho el resto dejando cañones, gargantas, ríos, creando paisajes variados para los que buscan algo diferente. En su extensión destacan espacios naturales como el Parque Cultural del Río Vero o el Parque Natural de las Montañas y Cañones de Guara, y una pequeña inclusión en el Geoparque Mundial de la UNESCO de Sobrarbe-Pirineos, que consiste en un entorno natural de gran belleza y variedad que alberga historia y arte a partes iguales con ejemplos como el arte rupestre del Río Vero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Conducción pirineos occidentales con nieve!! distrito de oloron
Como la boca, que habla y besa, la montaña también tiene una doble función según la época en la que vayas. El verano es ideal para el senderismo y el invierno para todo lo demás. Los que creen que cuando llega la nieve, el motivo de visitar la montaña se reduce al esquí alpino, se equivocan. Nada más lejos de la realidad. La montaña es el escenario perfecto para disfrutar de diversas actividades invernales.
Un lugar magnífico para practicarlas es el Pirineo. Esta cordillera, dique natural entre España y Francia, esconde algunos de los paisajes más impresionantes del país. Pero, además de su bonita cara, ofrece emoción, sobre todo en la zona aragonesa.
Si no tiene la experiencia necesaria para enfrentarse al eslalon gigante, el esquí nórdico o de fondo es una alternativa que requiere menos técnica y es perfecta para conocer los maravillosos paisajes de estas montañas.
En este maravilloso lugar, con más del 70% de su superficie por encima de los 1.800 metros de altitud, puedes deslizarte entre pinos y abetos bajo la atenta mirada del glaciar del Aneto, uno de los pocos que quedan en los Pirineos. El espacio que no ocupan los esquiadores está habitado por marmotas, jabalíes y rebecos.
Sobre las huellas de la trashumancia. la
local_hotelAlojamientoRasal es una bella localidad situada entre las Sierras de Javierre, Loarre y Caballera en el hermoso valle de la Garona, por el que discurren las cristalinas aguas del río del mismo nombre. En cuanto a las edificaciones, aún se conservan muchas casas típicas con sus fachadas de piedra vista, así como algunas chimeneas monumentales típicas de la zona, también realizadas en piedra.Su iglesia de San Vicente Mártir data del siglo XVIII que alberga la talla románica de la Virgen Negra del siglo XII. También hay otra ermita, la de la Trinidad, situada a los pies del río Garona, con un agradable y tranquilo merendero y un manantial que surte una hermosa fuente de cuatro caños con cabeza de león. La joya del lugar es la ermita de San Juan Bautista, situada a pocos kilómetros del pueblo. Aunque moderna en su nave rectangular, conserva un ábside que comparte las características del románico mozárabe serrablés -un conjunto de iglesias situadas un poco más al norte- con arquivoltas o tambores de cuentas, arcos ciegos y bandas de pilastras. Es el ejemplo de románico del Gállego más alejado del núcleo de San Pedro de Lárrede, de donde surgió este singular estilo artístico.