Suiza pertenece a la comunidad europea

Unión europea

Las relaciones económicas y comerciales de Suiza con la UE se rigen principalmente por una serie de acuerdos bilaterales en los que Suiza ha aceptado asumir ciertos aspectos de la legislación de la UE a cambio de acceder a parte del mercado único de la UE.

Como consecuencia del rechazo a la adhesión al EEE en 1992, Suiza y la UE acordaron un paquete de siete acuerdos sectoriales firmados en 1999 (conocidos en Suiza como «Bilaterales I»). Entre ellos figuran: la libre circulación de personas, las barreras técnicas al comercio, la contratación pública, la agricultura y el transporte aéreo y terrestre. Además, un acuerdo de investigación científica asoció plenamente a Suiza a los programas marco de investigación de la UE.

En 2004 se firmó otro conjunto de acuerdos sectoriales (conocidos como «Bilaterales II»), que cubren, entre otras cosas, la participación de Suiza en Schengen y Dublín, y acuerdos sobre la fiscalidad del ahorro, los productos agrícolas transformados, las estadísticas, la lucha contra el fraude, la participación en el programa Media de la UE y la Agencia de Medio Ambiente.

Acuerdo del eee

Las relaciones económicas y comerciales de Suiza con la UE se rigen principalmente por una serie de acuerdos bilaterales en los que Suiza ha aceptado asumir ciertos aspectos de la legislación de la UE a cambio de acceder a parte del mercado único de la UE.

Como consecuencia del rechazo a la adhesión al EEE en 1992, Suiza y la UE acordaron un paquete de siete acuerdos sectoriales firmados en 1999 (conocidos en Suiza como «Bilaterales I»). Entre ellos figuran: la libre circulación de personas, las barreras técnicas al comercio, la contratación pública, la agricultura y el transporte aéreo y terrestre. Además, un acuerdo de investigación científica asoció plenamente a Suiza a los programas marco de investigación de la UE.

En 2004 se firmó otro conjunto de acuerdos sectoriales (conocidos como «Bilaterales II»), que cubren, entre otras cosas, la participación de Suiza en Schengen y Dublín, y acuerdos sobre la fiscalidad del ahorro, los productos agrícolas transformados, las estadísticas, la lucha contra el fraude, la participación en el programa Media de la UE y la Agencia de Medio Ambiente.

Ue/eea

Suiza no es un Estado miembro de la Unión Europea (UE). Está asociada a la Unión a través de una serie de tratados bilaterales en los que Suiza ha adoptado diversas disposiciones del derecho de la Unión Europea para participar en el mercado único de la Unión, sin adherirse como Estado miembro. Todos los países vecinos de Suiza, excepto uno (el microestado de Liechtenstein), son Estados miembros de la UE.

Alemanes (unos 83 millones),[11] franceses (unos 67 millones), italianos (unos 60 millones), españoles (unos 47 millones), polacos (unos 46 millones), rumanos (unos 16 millones), holandeses (unos 13 millones), griegos (unos 11 millones), portugueses (unos 11 millones), y otros

La Unión Europea es el mayor socio comercial de Suiza, y Suiza es el cuarto socio comercial de la UE, después del Reino Unido, Estados Unidos y China. Las exportaciones de bienes de Suiza representan el 5,2% de las importaciones de la UE; principalmente productos químicos, medicinales, maquinaria, instrumentos y piezas de relojería. En cuanto a los servicios, las exportaciones de la UE a Suiza ascendieron a 67.000 millones de euros en 2008, mientras que las importaciones procedentes de Suiza se situaron en 47.200 millones de euros[12].

Espacio económico europeo

Esta creciente animosidad sirve de telón de fondo a la primera visita oficial del Presidente suizo, Guy Parmelin, a Bruselas el viernes para una importante reunión con la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La incapacidad de Suiza para aplicar un nuevo acuerdo institucional con la UE ha llevado a las relaciones entre ambos a un punto muerto.

Esta creciente animosidad es el telón de fondo de la primera visita oficial del Presidente suizo Guy Parmelin a Bruselas el viernes para una importante reunión con la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La incapacidad de Suiza para poner en marcha un nuevo acuerdo institucional con la UE ha llevado a las relaciones entre ambos a un callejón sin salida.

Esta será la última prueba de resistencia para la relación bilateral entre estos dos vecinos y, tras el Brexit, una indicación de lo dura que quiere ser la UE con los países cercanos. Al menos, Parmelin aseguró a sus compatriotas que «no iba a hacer un Boris Johnson» y dar un portazo tras de sí.

La comparación con el Brexit se cierne sobre la tensa relación, pero no es del todo acertada: Mientras el Reino Unido se aleja de la UE, Suiza se acerca a ella. Suiza, que no es miembro de la UE, está deseando ampliar sus amplias relaciones con los 27 países miembros. El problema es que, al igual que el Reino Unido, quiere mantener la soberanía al mismo tiempo. Este círculo es difícil de cuadrar. Bruselas no tolera lo que denomina reivindicaciones de derechos «cherry-picking» sin la aceptación de obligaciones: No puede conceder a los no miembros privilegios que ni siquiera tienen los miembros. Sin embargo, en un mundo tan convulso, la UE tiene un gran interés en mantener una buena relación con países afines como Suiza por diversas razones.

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