Gentilicios de las comunidades autonomas

Lista de ciudades de españa por población

El actual territorio español alberga dos de los lugares más importantes para la prehistoria europea y mundial: la Sierra de Atapuerca (donde se ha definido la especie Homo antecessor y se ha encontrado la serie más completa de huesos de Homo heidelbergensis ) y la cueva de Altamira (donde se identificó por primera vez el arte paleolítico ). La particular posición de la Península Ibérica como «Extremo Oeste» del mundo mediterráneo determinó la llegada de sucesivas influencias culturales procedentes del Mediterráneo oriental, especialmente las vinculadas al Neolítico y a la Edad de los Metales (agricultura, cerámica, megalitismo), proceso que culminó con las llamadas colonizaciones históricas del I milenio a.C. Tanto por su ubicación favorable para las comunicaciones como por sus posibilidades agrícolas y su riqueza minera, las zonas orientales y meridionales fueron las que alcanzaron un mayor desarrollo ( cultura de los Millares , Cultura del Argar ,Tartessos , pueblos ibéricos ). También hubo continuos contactos con Europa Central ( cultura de las urnas , Celtización ).

Municipios de cataluña

La carretera tiene una longitud de 17,2 km que conecta la ciudad de Gentilicio con los pueblos costeros del este de Málaga y ofrece unas vistas muy pintorescas. La cota más alta de la carretera se encuentra a 863 m sobre el nivel del mar.

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Ciudad país

España es un país diverso integrado por entidades contrastadas, con estructuras económicas y sociales, lenguas y tradiciones históricas, políticas y culturales diferentes[1][2] Según la Constitución española vigente, la nación española es la patria común e indivisible de todos los españoles, integrada por las nacionalidades y regiones a las que la Constitución reconoce y garantiza el derecho de autogobierno[3].

Los términos nacionalidades[4][5][6][a] y nacionalidades históricas,[4][5][b][c] aunque nunca definidos oficialmente, se refieren a territorios cuyos habitantes tienen una fuerte identidad históricamente constituida; o, más concretamente, a determinadas comunidades autónomas cuyo Estatuto de Autonomía -su legislación institucional básica- reconoce su identidad histórica y cultural[7].

En la jurisprudencia española, el término nacionalidad aparece por primera vez en la actual Constitución, aprobada en 1978 tras un gran debate en las Cortes Generales[8][9] Aunque se entendía explícitamente que el término se refería a Galicia, País Vasco y Cataluña,[4][5][8][10] la Constitución no especifica ninguna comunidad por su nombre. Entre la fuerte posición centralista heredada del régimen de Franco y la posición nacionalista de gallegos, vascos y catalanes, se desarrolló un consenso en torno a este término. Se aplicó en los respectivos Estatutos de Autonomía una vez que todas las nacionalidades y regiones accedieron al autogobierno o la autonomía, y se constituyeron como comunidades autónomas[8].

Ciudades europeas

En el lenguaje cotidiano, «nación» y «nacionalidad» son en gran medida términos sinónimos. «Nacionalidad», me informa mi diccionario de escritorio, es «la condición de pertenecer a una determinada nación». En España, sin embargo, los equivalentes españoles de ambos términos han llegado a tener significados distintos por decisión política. La diferenciación oficial de la nación española con respecto a varias nacionalidades españolas distintas es muy controvertida y puede poner en peligro el Estado español.

Cuando España comenzó a democratizarse tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, se enfrentó a una crisis existencial. Franco había presidido un Estado centralizado que suprimía las lenguas e identidades regionales, lo que a su vez intensificaba los sentimientos secesionistas. Los vascoparlantes y catalanoparlantes, especialmente, tendían a insistir en su condición de nación, buscando la autonomía política, si no la independencia absoluta. Para mantener la integridad de España y a la vez satisfacer las aspiraciones regionales, los nuevos dirigentes del país elaboraron un intrincado compromiso terminológico y geopolítico, que institucionalizaron en la nueva Constitución. Declararon que España era una nación indivisible que reunía varias nacionalidades definidas territorialmente. El término «nacionalidad» se redefinió para referirse no a un grupo de personas que poseen o aspiran a la soberanía política, sino a una región cuyos habitantes tienen un fuerte sentido de identidad históricamente constituido.

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