Vida laboral por correo electronico

jenny garrett sky news equilibrio entre la vida laboral y el correo electrónico

El 1 de enero de este año entró en vigor en Francia una nueva ley que establece el «derecho a la desconexión» de los trabajadores. La ley exige a las empresas con más de 50 empleados que establezcan las horas en las que el personal no debe enviar ni contestar correos electrónicos. En una entrevista con la BBC, el legislador francés Benoit Hamon describió la ley como una respuesta a las dificultades de los empleados que «dejan la oficina, pero no dejan su trabajo. Siguen atados por una especie de correa electrónica, como un perro».

Todos sabemos intuitivamente que estamos más conectados que nunca al lugar de trabajo. Cuando Bain & Company examinó las comunicaciones electrónicas y otras formas de colaboración en dos docenas de grandes empresas mundiales, descubrimos que el tiempo dedicado al correo electrónico, la mensajería instantánea (MI), el crowdsourcing y otras comunicaciones en línea es amplio y, por desgracia, va en aumento. Hemos utilizado Microsoft Workplace Analytics (antes VoloMetrix) y otras herramientas de extracción de datos para examinar la información capturada en Microsoft Outlook, Gmail y otras aplicaciones similares, con el fin de comprender con precisión cuánto tiempo se dedica a procesar las comunicaciones electrónicas, es decir, a enviar, leer y responder al correo electrónico, la mensajería instantánea y otros mensajes. Lo que encontramos confirmó lo que muchos de nosotros sospechábamos desde hace tiempo, a saber:

acceptit webinar – conciliación de la vida laboral y familiar con el correo electrónico

Hay muchas razones por las que el correo electrónico nos ha desbordado, pero la principal es que es fácil. Es fácil pulsar el botón de enviar, es fácil no levantarse del asiento, es fácil evitar hablar con alguien en persona sobre un asunto. Pero esa comodidad es una ilusión, porque no vemos el retroceso acumulado. Como ya comentamos en el blog Working Smarter la semana pasada, cada correo electrónico da lugar a seis correos electrónicos: tres de ida y tres de vuelta, por lo que necesitamos unos cuantos litros más de cafeína cada día para poder analizar el desorden.

Si reducimos el número de correos electrónicos, no sólo tendremos más tiempo para hacer nuestro trabajo, sino que también reduciremos el daño a la principal herramienta de productividad: la atención. Gestionar el correo electrónico es realmente gestionar las interrupciones que fracturan la atención, ya que nos vemos obligados a pasar de la tarea principal a elementos secundarios, la mayoría de las veces no relacionados con lo que estamos haciendo.

La incapacidad de mantener la atención en una tarea durante más de un nanosegundo, no es sorprendente que afecte a la calidad de nuestro trabajo. Las mentes distraídas no ven el panorama general, toman decisiones con demasiada rapidez, envían mensajes bruscos, no pueden concentrarse lo suficiente para producir soluciones innovadoras y tienen poca apariencia de equilibrio entre la vida laboral y la personal.

absender erstellen (sendinblue tutorial) | e-mail-marketing

El 1 de enero de este año entró en vigor en Francia una nueva ley que establece el «derecho a la desconexión» de los trabajadores. La ley exige a las empresas con más de 50 empleados que establezcan las horas en las que el personal no debe enviar o contestar correos electrónicos. En una entrevista con la BBC, el legislador francés Benoit Hamon describió la ley como una respuesta a las dificultades de los empleados que «dejan la oficina, pero no dejan su trabajo. Siguen atados por una especie de correa electrónica, como un perro».

Todos sabemos intuitivamente que estamos más conectados que nunca al lugar de trabajo. Cuando Bain & Company examinó las comunicaciones electrónicas y otras formas de colaboración en dos docenas de grandes empresas mundiales, descubrimos que el tiempo dedicado al correo electrónico, la mensajería instantánea (MI), el crowdsourcing y otras comunicaciones en línea es amplio y, por desgracia, va en aumento. Hemos utilizado Microsoft Workplace Analytics (antes VoloMetrix) y otras herramientas de extracción de datos para examinar la información capturada en Microsoft Outlook, Gmail y otras aplicaciones similares, con el fin de comprender con precisión cuánto tiempo se dedica a procesar las comunicaciones electrónicas, es decir, a enviar, leer y responder al correo electrónico, la mensajería instantánea y otros mensajes. Lo que encontramos confirmó lo que muchos de nosotros sospechábamos desde hace tiempo, a saber:

el correo electrónico en la vida real

… Parece que, aunque a los trabajadores les gusta responder al correo electrónico con rapidez para mostrar respeto por los compañeros y servicio al cliente, la percepción de que los remitentes exigen una respuesta rápida no se corresponde necesariamente con las expectativas reales del remitente. Cuando se habla desde la perspectiva del «remitente», varios estudios (y el participante E de nuestras entrevistas de comprobación de los sentidos) informan de que los trabajadores no esperan necesariamente que sus correos electrónicos se respondan tan rápidamente como sugiere la perspectiva del «receptor» (Renaud et al., 2006; Thomas et al;

Waller y Ragsdell, 2012). Ciertamente, hay informes que indican que algunas personas (el participante C de nuestro estudio; o, personas impulsadas – Hair et al., 2007) sí esperan una respuesta rápida y pueden aplicar trucos para fomentarla, como «cc» en otros, o perseguir un correo electrónico, por ejemplo, con una llamada de seguimiento (Barley et al., 2011;Skovholt y Svennevig, 2006). …

… Además, en el estudio de Waller y Ragsdell (2012) descubrieron que los directivos eran más propensos a considerar que la actividad de envío de correos electrónicos fuera de horario era necesaria para realizar su trabajo, y eran más propensos a participar en dicha actividad. Cabe destacar aquí que los directivos pueden utilizar estas estrategias como la mejor manera de mantenerse al día en su trabajo, aunque no sea necesario para otros trabajadores; varios estudios informaron de que el personal directivo y los gerentes reciben más correos electrónicos a diario, debido a su exposición a más proyectos, a la accesibilidad a través del correo electrónico y al hecho de ser «cc» (Dabbish et al., 2005; Fallows, 2002; Mano y Mesch, 2010; O’Kane y Hargie, 2007; Pignata et al., 2015;

Entradas relacionadas