Museo de escultura al aire libre madrid

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El objetivo del Museo era recuperar un espacio urbano para uso común, convirtiéndolo en zona de transición, aterrizaje y recreo, y acercar al público el arte abstracto español, hasta entonces muy desconocido. El Museo se abrió al público en 1972, y tiene una superficie de 45.200 metros cuadrados. Está formado por una amplia zona central, cubierta principalmente por el panel del paso elevado, y bordeada por dos franjas ajardinadas. Para compensar el desnivel del terreno, el Museo se estructura en tres niveles, descendiendo suavemente desde la calle Serrano hasta el Paseo de la Castellana.

Los artistas representados en el museo pertenecen a dos generaciones diferentes de la vanguardia española. El primer grupo es el de las «vanguardias históricas», compuesto por aquellos que abrieron nuevas vías, diferentes a los caminos establecidos del arte, durante los años 20 y 30, como Joan Miró, Alberto Sánchez y Julio González. El segundo grupo está formado por la generación de los 50, herederos del espíritu vanguardista anterior a la Guerra Civil. Una de las obras más célebres de la exposición es La sirena varada, de Eduardo Chillida.

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La estatua fue una idea del Círculo de Bellas Artes[1]. La estatua fue fundida en la fundición Masriera & Campins de Barcelona,[1] con bronce cedido por el Estado español[2]. Modelada por Aniceto Marinas, la estatua presenta a Velázquez sentado, con la paleta y el pincel en reposo[3]. El gesto de la mano de Velázquez imita el del autorretrato del pintor en Las Meninas[4].

El monumento fue inaugurado el 14 de junio de 1899,[5] en el marco de las celebraciones del tricentenario del nacimiento del pintor. A la ceremonia de inauguración asistieron la Familia Real (entre ellos la Reina Regente María Cristina y el Rey Alfonso XIII),[1] los ministros de Fomento y Marina, Santiago de Liniers, Francisco Romero Robledo, Repullés y Vargas, Benlliure y Ruiz Guerrero.[6] Entre los oradores de la ceremonia se encontraban los pintores franceses Carolus-Duran y Jean-Paul Laurens, y Edward Poynter, presidente de la Real Academia Británica.[6]

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El Museo de Arte Público es una galería al aire libre situada bajo un puente que alberga 17 esculturas abstractas realizadas por artistas españoles, como Joan Miró, Alberto Sánchez y Gustavo Torner. El objetivo de este proyecto artístico era recuperar este espacio urbano y dar a conocer al público en general el arte abstracto español.

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En 1968, Marc Chagall visitó la casa de sus amigos y mecenas Evelyn y John Nef en Washington, DC, y decidió que diseñaría un mosaico para su jardín. Allí permaneció la obra hasta que Evelyn (1913-2009) la donó a la Galería Nacional de Arte como parte de un legado mayor.

La gran escala del mosaico -aproximadamente 3 por 5 metros y 1.000 libras- se ve desmentida por sus figuras etéreas y su superficie resplandeciente. Las coloridas narraciones en capas están extraídas de la mitología griega y de la experiencia personal del artista. En el centro, Orfeo encanta a los animales con su laúd, acompañado por las Tres Gracias y el semental alado Pegaso. En la esquina inferior izquierda del mosaico, un grupo de personas espera para cruzar una gran masa de agua. Según Chagall, esto alude no sólo a la inmigración general de europeos a América, sino también a su propia experiencia: sacado de contrabando de la Francia ocupada por los nazis por el Comité Internacional de Rescate durante la Segunda Guerra Mundial, el artista judío encontró refugio en Nueva York. En la esquina inferior derecha, dos amantes se acurrucan en la vegetación. Evelyn preguntó al artista si las figuras la representaban a ella y a John; Chagall respondió: «Si quieres».

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