Tumores en gatos adultos

Cáncer de boca en los gatos

En parte, se debe a que los gatos viven más tiempo. No es raro que los veterinarios vean dos o incluso tres gatos mayores de 15 años cada día. Son los beneficiarios de los buenos cuidados en casa, de la investigación nutricional avanzada y de la medicina veterinaria moderna. Siga leyendo para conocer los signos a los que debe prestar atención y cómo dar a su gatito la mejor atención oncológica posible si alguna vez la necesita.

El cáncer se define mejor como un trastorno causado por la división incontrolada de células anormales. Un cáncer puede originarse en un solo tejido del cuerpo, pero a veces puede afectar a órganos lejanos al extenderse, normalmente a través de los sistemas circulatorio y linfático mediante un proceso que los veterinarios denominan metástasis. Por ejemplo, las células que se dividen en un tumor que comienza en la oreja de su gato podrían viajar a través del torrente sanguíneo hasta su hígado.

Al igual que en las personas, el cáncer en los gatos suele ser hereditario, lo que hace que sea más frecuente en determinadas líneas genéticas. Esto significa que algunas razas de gatos pueden estar predispuestas. También significa que algunos cánceres son más comunes en los gatos que en las personas. Estos son los tipos de cáncer más típicos en los gatos:

Vientre de gato abultado

Uno de cada cinco gatos será diagnosticado de cáncer a lo largo de su vida. Al igual que ocurre con las personas, algunos tipos de cáncer son más frecuentes que otros. Afortunadamente, con tratamiento, muchos gatos pueden seguir viviendo con calidad después de un diagnóstico de cáncer. Independientemente del tipo de cáncer, los tratamientos paliativos y el control del dolor son siempre opciones para ayudar a prolongar la calidad de vida el mayor tiempo posible.

El linfoma es uno de los cánceres más comunes que se diagnostican en los gatos.    Es un cáncer de los linfocitos (un tipo de célula sanguínea) y de los tejidos linfoides.    El tejido linfoide está normalmente presente en muchos lugares del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, el tracto gastrointestinal y la médula ósea.

Se ha demostrado que el virus de la leucemia felina (FeLV) causa linfomas en algunos gatos.    Los gatos con el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) también tienen un mayor riesgo de desarrollar linfoma. Pueden verse afectados gatos de cualquier edad, raza y sexo.

El linfoma felino puede dividirse en varias formas diferentes, que dependen de la localización predominante del tumor. Algunos gatos tienen múltiples localizaciones de afectación y no encajan bien en una sola categoría. El linfoma del tracto digestivo es la forma más común. El tracto digestivo incluye el estómago, los intestinos y el hígado, así como algunos de los ganglios linfáticos que rodean los intestinos. Los gatos con este tipo de linfoma pueden presentar vómitos, diarrea, pérdida de peso o disminución del apetito.

Tipos de cáncer en los gatos

Su gato no es sólo un peludo y simpático compañero de piso, su gato es un miembro muy querido de su familia. Cuando a un gato se le diagnostica un cáncer, puede ser devastador. ¿Sabía que cada año se diagnostica cáncer a más de 6 millones de gatos? Los cánceres, como el linfoma, pueden tratarse si se detectan a tiempo, lo que proporciona a nuestros amigos felinos una vida de buena calidad y más larga. Los gatos que tienen el virus de la leucemia felina (FeLV) tienen un 33% de posibilidades de desarrollar cáncer. Afortunadamente, cada vez hay menos gatos con el virus de la leucemia felina, ya que cada vez más gatos están estrictamente dentro de casa, lo que limita su exposición a esta enfermedad contagiosa.    5

A diferencia de los perros, por naturaleza los gatos tienden a ocultar sus signos clínicos si no se sienten bien. Esto puede dificultar la detección de problemas de salud en un felino. Curiosamente, los factores de riesgo de cáncer en los gatos son muy similares a los de los humanos. La exposición al humo del tabaco, el amianto, la luz solar prolongada y la falta de ejercicio se han relacionado a menudo con un mayor riesgo de desarrollo de cáncer tanto en gatos como en humanos.3

Como propietario de un gato, debe estar siempre atento a cualquier cambio en el aspecto físico y el comportamiento de su gato. No todos los signos de advertencia de cáncer son evidentes de inmediato, ya que algunos cambios se desarrollan con el tiempo.

Qué causa el cáncer en los gatos

Un diagnóstico de cáncer es algo que nadie quiere oír, ya sea para nosotros los humanos o para nuestras queridas mascotas. Pero el cáncer es un temor real, que aumenta a medida que nosotros (y nuestras mascotas) envejecemos. De hecho, se calcula que uno de cada cinco gatos será diagnosticado de cáncer. Así que, aunque es maravilloso que nuestros gatos vivan más tiempo, esto significa un mayor riesgo de que el cáncer pueda aparecer. Afortunadamente, el progreso en la forma de entender y tratar el cáncer significa que hay más opciones de tratamiento disponibles que pueden ayudar a garantizar que nuestros amigos felinos se mantengan sanos y felices durante el mayor tiempo posible.

«Cáncer» y «neoplasia» son términos generales para referirse a cuando las células del cuerpo de su gato comienzan a dividirse y multiplicarse sin control. Esta agrupación de células que se comportan mal es un tumor, o neoplasia. Los tumores pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, y tendrán un aspecto y un comportamiento diferentes en función de las células originales de las que procedan.

Los tumores benignos son bultos que crecen donde no deben o más allá de los límites del territorio normal de ese tipo de células, pero que no invaden otros tejidos ni se extienden por el cuerpo. Una de las formas más comunes de tumor benigno en los gatos es el lipoma, o tumor graso. Aunque estos bultos blandos pueden ser antiestéticos, suelen crecer lentamente y no destruyen los tejidos vecinos.

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