Que comprar en la isla de la toja

Jabón de la toja

La Isla de la Toja, La Toja Grande, la Isla de Loujo o la Isla de los Baños de Loujo (en gallego Illa da Toxa) es una isla española perteneciente a la provincia de Pontevedra, en Galicia. La isla se encuentra al este de la pequeña localidad de O Grove, a la que está unida por un puente del siglo XVIII[1] – [2] Tiene un pequeño núcleo urbano llamado Isla de la Toja, perteneciente a la parroquia civil de San Martín, que contaba con 42 habitantes en 2018[3] Tiene una superficie de 110 hectáreas y se encuentra a unos 30 km de Pontevedra.

Durante siglos, la isla fue utilizada por los habitantes de O Grove como lugar de pastoreo de su ganado (que transportaban en barco) y también para sus labores agrícolas[6], pero tras el redescubrimiento en el siglo XIX de sus lodos termales (de los que toma el nombre de La Toja) y de sus aguas medicinales (de las que toma el nombre de Louxo), pasó a ser de propiedad privada para explotar sus ventajas termales, construyendo el antiguo balneario, lo que trajo consigo un espectacular aumento del turismo y el nacimiento de otras instalaciones[7].

O arboleda

La Isla de la Toja, La Toja Grande, la Isla de Loujo o la Isla de los Baños de Loujo (en gallego Illa da Toxa) es una isla española perteneciente a la provincia de Pontevedra, en Galicia. La isla se encuentra al este de la pequeña localidad de O Grove, a la que está unida por un puente del siglo XVIII[1] – [2] Tiene un pequeño núcleo urbano llamado Isla de la Toja, perteneciente a la parroquia civil de San Martín, que contaba con 42 habitantes en 2018[3] Tiene una superficie de 110 hectáreas y se encuentra a unos 30 km de Pontevedra.

Durante siglos, la isla fue utilizada por los habitantes de O Grove como lugar de pastoreo de su ganado (que transportaban en barco) y también para sus labores agrícolas[6], pero a raíz del redescubrimiento en el siglo XIX de sus lodos termales (de los que toma el nombre de La Toja) y de sus aguas medicinales (de las que toma el nombre de Louxo), pasó a ser de propiedad privada para explotar sus ventajas termales, construyendo el antiguo balneario, lo que trajo consigo un espectacular aumento del turismo y el nacimiento de otras instalaciones[7].

Productos de la toja

En la provincia de Pontevedra, conectada al Grove con un puente, se encuentra la Isla de la Toja con sus 110 hectáreas de terreno. La isla es fácil de encontrar y está a pocos kilómetros del acuario del Grove. Está muy cerca de Sanxenxo y merece la pena verla. Si no fuera por su conocido balneario, probablemente no lo hubiéramos visto. El balneario tiene unas vistas preciosas desde cualquier punto de la isla y los edificios son lujosos.

Cuenta la leyenda que un enfermo fue abandonado en esta isla y, al cabo de un tiempo, se curó completamente gracias a los ricos lodos. En ese lugar se construyó un complejo turístico en medio de un bosque de pinos. En verano pierde parte de su encanto por el exceso de visitantes, en otras épocas del año se puede disfrutar de un ambiente romántico y decadente. Casas rurales Grove ‘http://www.toprural.com/galicia/pontevedra/casas-rurales-grove-o_rm-es-36022.htm’

La toja gel

La Isla de la Toja, La Toja Grande, la Isla de Loujo o la Isla de los Baños de Loujo (en gallego Illa da Toxa) es una isla española perteneciente a la provincia de Pontevedra, en Galicia. La isla se encuentra al este de la pequeña localidad de O Grove, a la que está unida por un puente del siglo XVIII[1] – [2] Tiene un pequeño núcleo urbano llamado Isla de la Toja, perteneciente a la parroquia civil de San Martín, que contaba con 42 habitantes en 2018[3] Tiene una superficie de 110 hectáreas y se encuentra a unos 30 km de Pontevedra.

Durante siglos, la isla fue utilizada por los habitantes de O Grove como lugar de pastoreo de su ganado (que transportaban en barco) y también para sus labores agrícolas[6], pero tras el redescubrimiento en el siglo XIX de sus lodos termales (de los que toma el nombre de La Toja) y de sus aguas medicinales (de las que toma el nombre de Louxo), pasó a ser de propiedad privada para explotar sus ventajas termales, construyendo el antiguo balneario, lo que trajo consigo un espectacular aumento del turismo y el nacimiento de otras instalaciones[7].

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